Esta tarde he ido al castillo de Tagamanent.
La primera vez que estuve fue durante el transcurso
de una caminata de unas ocho horas,
el pasado otoño.
Luego he vuelto un par de veces en coche,
y caminando unos veinte minutos que es
lo que se tarda en subir desde el aparcamiento.
He estado merodeando por los alrededores,
sentandome en diversos sitios, escuchando
el murmullo de las conversaciones de un
par de parejas que estaban arriba,
buscando ese sitio especial que te
permite desapegarte de los pensamientos
y sensaciones.
Al final lo he encontrado, y allí me he
sentado en postura de meditación que
ya había casi olvidado, ya que últimamente
he estado practicando la meditación en acción,
es decir, el arte de las ascensiones invernales.
Parece que he encontrado de nuevo uno
de esos lugares donde el telurismo favorece
la práctica de la meditación.
Probablemente el esfuerzo realizado el día
de la caminata sirvió para sintonizar mi
mente con la mente del lugar, que ahora
ya me conoce y me brinda pequeñas muestras
de su afecto a modo de experiencias meditativas.
O a lo mejor todo esto son sólo imaginaciones de
mi ego espiritual.
Habrá que irlo comprobando.
La primera vez que estuve fue durante el transcurso
de una caminata de unas ocho horas,
el pasado otoño.
Luego he vuelto un par de veces en coche,
y caminando unos veinte minutos que es
lo que se tarda en subir desde el aparcamiento.
He estado merodeando por los alrededores,
sentandome en diversos sitios, escuchando
el murmullo de las conversaciones de un
par de parejas que estaban arriba,
buscando ese sitio especial que te
permite desapegarte de los pensamientos
y sensaciones.
Al final lo he encontrado, y allí me he
sentado en postura de meditación que
ya había casi olvidado, ya que últimamente
he estado practicando la meditación en acción,
es decir, el arte de las ascensiones invernales.
Parece que he encontrado de nuevo uno
de esos lugares donde el telurismo favorece
la práctica de la meditación.
Probablemente el esfuerzo realizado el día
de la caminata sirvió para sintonizar mi
mente con la mente del lugar, que ahora
ya me conoce y me brinda pequeñas muestras
de su afecto a modo de experiencias meditativas.
O a lo mejor todo esto son sólo imaginaciones de
mi ego espiritual.
Habrá que irlo comprobando.
2 comentarios:
bellisimo lugar,
estupenda la subida desde aiguafreda,
x el GR
Muy bello y tranquilo; majestuoso.
El GR lo hice de bajada. La subida por el Fondrats. Pero lo haré pronto.
Que tengas un buen mes, y puedas degustar el té que mas te guste.
Saludos
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