Oscurece, y hay que preparar el círculo protector,
porque la noche cae, 
y el viento parece que despierta.
La última vez, apareció el fuego,
en forma de tormenta eléctrica,
y la estancia se truncó.
Esta vez el viento del norte
sopla durante tres horas,
y luego el cielo aparece
despejado, mostrando
las infinitas estrellas.
Mas tarde, la luna se va centrando,
y con su resplandor reflejado
oculta las estrellas.
Y luego  vuelve el sol,
dando por finalizada
la purificación.
Hora de descender al valle:
  mente fresca y simple. 
Bonita experiencia.



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