miércoles, 10 de febrero de 2010

Preliminares:Los cuatro pensamientos que dirigen la mente hacia el Dharma.

Los cuatro pensamientos básicos que orientan nuestra mente hacia el Darma son un paso más para ayudarnos a generar esta convicción interna de que la liberación y la iluminación son posibles. Acabamos de discutir sobre cómo es posible lograr la convicción de que la liberación y la iluminación son alcanzables. Con lo que hemos trabajado hasta este momento es con los tres requisitos para entrar de lleno al Darma: el entendimiento y aceptación de nuestro propio sufrimiento, el verdadero deseo de salir de este sufrimiento y la convicción de que es posible lograrlo. Cuando hablamos de los cuatro pensamientos básicos que orientan nuestra mente hacia el Darma, hablamos de generar un estado mental que de hecho nos va llevar a estos tres requisitos para permitirnos verdaderamente entrar al Darma.

¿Cómo logramos entonces el primer paso que es el reconocer y aceptar que tenemos dificultades y problemas en la vida?. Los cuatro pensamientos básicos son justamente los que nos llevan a este reconocimiento y aceptación. Necesitamos verlos en reversa para valorar el orden y entender la necesidad de cada uno de los pasos. De estos cuatro pensamientos básicos, es precisamente el cuarto, el reconocimiento de los inconvenientes del samsara, el que nos lleva a la total aceptación de las dificultades que experimentamos en la vida. ¿Cuáles son los problemas que enfrentamos en el samsara? El Buda nos dió a lo largo de sus enseñanzas una gran variedad de listas diferentes acerca del sufrimiento, pero una de las más importantes y a la que me quiero referir en este momento es una lista de tres tipos de sufrimiento. Vamos a llamarles los tres tipos de problemas. El primero es el sufrimiento burdo, que se refiere al dolor físico y mental y a la infelicidad. Todos podemos validar la existencia de este dolor por nuestra propia experiencia, no es muy difícil de reconocer. A nadie le gusta sentirse infeliz así que la mayoría de la gente desea deshacerse de esto.

El segundo problema es el problema del cambio y esto se refiere a nuestras experiencias usuales y ordinarias de felicidad que están manchadas de confusión. Son experiencias que cambian, no son duraderas, por ejemplo, comemos y sentimos la felicidad de que nuestro estómago se siente satisfecho, pero esto no dura, un rato después volvemos a tener hambre. ¿Cuál es el problema con esto? En realidad no es el hecho de que la felicidad no dura, esto es sólo la naturaleza de este tipo de felicidad, podríamos tener el entendimiento más profundo y avanzado de la realidad y del vacío y esto no cambiaría el hecho de que este tipo de felicidad no es duradera; podría molestarnos menos por el hecho de que cambie, pero ese no es el punto que queremos enfatizar aquí. ¿Cuál es el verdadero problema con este tipo de sufrimiento? El verdadero problema es el factor de incertidumbre: ¿Cuándo terminará? o ¿Qué sucederá cuando termine? La estamos pasando muy bien con nuestros amigos pero eso va a terminar y dentro de nosotros existe la incertidumbre de ¿qué va a suceder? ¿tendré otro rato agradable? ¿me sentiré cansado? o ¿tendré una experiencia desagradable? Esa incertidumbre es el verdadero problema ya que esta búsqueda de situaciones felices no duraderas, no solamente no resuelve el problema sino que lo agrava porque no resolvemos la sensación de incertidumbre, por más momentos placenteros que tengamos seguiremos teniendo incertidumbre acerca de lo que sigue.

El tercer tipo de problema es el problema que todo lo abarca, este sufrimiento todo permeante es el mero hecho de que nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestras emociones, sirven como base para que se sigan perpetuando los otros tipos de sufrimiento. Por ejemplo, tengo este tipo de cuerpo que necesito cuidar y alimentar y por más que lo alimento, después de un tiempo de haber comido le vuelve a dar hambre y hay que alimentarlo una y otra vez, y así es siempre, ¡qué aburrición! Mis emociones me hacen involucrarme en una relación neurótica de la que salgo herido, vuelvo a entrar en otra relación igual de conflictiva y se vuelve a repetir todo, nuevamente repito los patrones de comportamiento y las situaciones se repiten una y otra vez. Esta persona no resultó el “príncipe azul” o “la princesa caramelo”, pensamos que la siguiente vez sí lo vamos a encontrar y los sentimientos de inseguridad dentro de nosotros siguen apareciendo repetidamente, deseamos de todo corazón encontrar a nuestra media naranja y a medida que esto no sucede como lo esperamos esto va acrecentando nuestros sentimientos de inseguridad y temores y esto va siendo recurrentemente problemático. Esto es de hecho el cuarto pensamiento básico, los inconvenientes del samsara, estamos hablando básicamente de la primera verdad noble.

Ahora bien, ¿cuál es la base para este entendimiento de las desventajas del samsara? Esto viene como resultado del entendimiento del tercer pensamiento básico: nuestros actos y sus consecuencias, la forma en que opera el karma, esto es la causa de los incovenientes del samsara y en este tercer pensamiento básico estamos hablando de la segunda verdad noble, la causa del sufrimiento. ¿De dónde viene el primer tipo de sufrimiento, el dolor del dolor o el sufrimiento burdo? básicamente de llevar a cabo acciones destructivas. Cuando llevamos a cabo acciones destructivas experimentamos como resultado infelicidad y actuamos de maneras destructivas básicamente porque no entendemos la manera en que operan nuestras acciones o porque creemos que nuestras acciones no producen ningún resultado. El segundo problema, es el sufrimiento del cambio, que dijimos que es la incertidumbre, pues aunque tengamos ratos de felicidad nunca sabemos ni cuanto va a durar ni qué viene después. Si entendemos el karma llegaremos a la conclusión de que lo que experimentamos es sumamente complejo. Sin principio alguno hemos venido llevando a cabo acciones tanto destructivas como constructivas pero siempre mezcladas con confusión. Estando confuso, creyendo que soy el centro del universo, puedo ser amable con todo mundo o puedo ser grosero con todos. Puedo ser agradable para que todo mundo me ame, o voy a controlar todo, por sentir el poder, hago todo creyendo que soy el único que hace las cosas de manera correcta y creo que lo hago para beneficiar a todos. Lo que sucede es que a lo largo del tiempo hemos generado millones y millones de potenciales kármicos tanto constructivos como destructivos y cuando experimentamos alguna satisfacción momentánea o temporal esto es el resultado de una acción constructiva, así que eso maduró y se manifiestó pero la felicidad termina, y ahora ¿qué sigue? ¿qué va a madurar ahora? hay millones de potenciales por ahí y no es sencillo saber cual es el siguiente a madurar. Depende de muchísimas cosas, de nuestro estado mental, de nuestro estado físico, de la circunstancias en las que nos encontramos, de aquéllos con los que interactuamos, es algo sumamente complejo. No nos extrañe entonces el que no exista certeza alguna ante lo que va a suceder y que nuestra experiencia en el samsara tenga altas y bajas. Cuando nos damos a la tarea de entender el karma a un nivel suficientemente profundo nos damos cuenta de que este mecanismo del samsara es auto-perpetuante, que es de hecho lo que nos lleva al tercer tipo de problemas, el sufrimiento que todo lo abarca. Esto es lo que abordaremos a mayor profundidad en nuestro seminario de fin de semana al hablar de los doce eslabones de surgimiento dependiente ya que esto nos explica como la confusión y el karma perpetúan el samsara.

Este tercer pensamiento básico nos lleva al entendimiento de cómo sufrimos en el samsara tanto con las experiencias agradables como con las desagradables. ¿Qué es lo que va a permitirnos entender realmente esta incertidumbre? pues es la reflexión acerca de la impermanencia y de la muerte, la duración de nuestra propia vida es justamente algo incierto, este es precisamente el segundo pensamiento que orienta nuestra mente hacia el Darma. Si tomamos seriamente estos dos hechos de la realidad, que la muerte acontece y que todo es impermanente, podemos valorar de una manera mucho más correcta el funcionamiento del karma en el sentido de que todo lo que nos acontece, es el resultado multi-determinado de todas estas cosas y podremos entender esto en un nivel cada vez más refinado.

¿Qué es lo que nos va a hacer reflexionar sobre la muerte? el realmente apreciar y valorar la vida y las oportunidades que tenemos ahora. Cuando seamos capaces de observar nuestra preciada vida humana, cuando la valoremos y la apreciemos de manera cada vez más completa nos va a dar miedo perderla y esto nos llevará a pensar seriamente sobre la muerte. Así que pensar en nuestra preciada vida humana es el primer pensamiento básico que orienta a nuestra vida hacia el Darma.


Alexander Berzin

2 comentarios:

marpa dijo...

Sufrimiento, sufrimiento, parece que nunca te acabas. Y realmente sólo estás indicando el camino, de una forma un poco brusca, pero nítida.

En el plano de la mente confusa, TODO es sufrimiento, aunque pueda parecer lo contrario durante los transitorios estados placenteros.

Ahondando en la causa.

Fon dijo...

Hacer Presentes los preliminares. Una y otra vez.

Tienen que calar hondo y ser semilla.

Voy a reenviar esta entrada a mi hermana, recien llegada de su viaje por India.

A ver que sucede.

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