La primera vez que tuve una experiencia de tummo fue hace
ya unos diecisiete años, estando en Nueva York.
Apareció junto con otras experiencias de extasis, y duró
unas tres semanas, teniendo sus fase de máxima intensidad
cuando me encontraba en Alaska.
Recuerdo que era enero, y yo me paseaba por la nieve sin
sentir el frio, pese a que realmente lo hacía.
De alguna forma la mente se aisla de las sensaciones
corporales, pese a que sigue controlando las funciones
vitales de un cuerpo que se nota muy ligero, y los
latidos del corazon se ralentizan hasta casi llegar
a pasar desapercibidos.
Durante estos momentos insolitos, uno se da cuenta
que el ser es mucho mas que un cuerpo, y que la materia
obedece a la mente.
En mi caso fue una experiencia espontanea que formó
parte de un conjunto de cambios que tuvieron lugar
durante dos meses, empezando mi viaje en Londres
y acabando en Alaska, viajando mayormente por
Estados unidos y Canadá.
Tengo que decir que mi vida cambió radicalmente
desde entonces, y que mi prioridad principal
desde entonces hasta fecha de hoy ha sido
llegar a conocerme mejor y poder ser de
utilidad a personas que se sientan atraidas
por el camino del autoconocimiento.
Cuando viví esto tenía 25 años, pero cuando
lo recuerdo es como si fuera hoy, ya que las
experiencias fueron tan intensas que dejaron
una huella indeleble en mi mente.
El yoga del calor interno es uno de los conocidos
como seis yogas de Naropa, y se considera una
practica auxiliar.
El problema con estas experiencias tan potentes,
ya sean de gozo, paz, o claridad, es que uno
puede aferrarse a ellas e intentar recrearlas
constantemente, ESTANCANDOSE.
Es por ello que uno las debe considerar dentro
del contexto mas amplio del Mahamudra,
como practicas auxiliares o de preparacion
para FACILITAR el RECONOCIMIENTO
de la NATURALEZA de la MENTE.
2 comentarios:
Miel dijo:
"Envidio tu experiencia, la verdad me gustaría que las mujeres también pudieran hacerlo...Dices que es algo que revivirías una y otra vez, yo creo que sentir que la mente es más fuerte que el cuerpo es algo que te gustaría sentir más de una vez."
Que yo sepa las experiencias de Tummo no son patrimonio de los hombres.
En realidad digo que la experiencia fue tan intensa que dejó una huella muy profunda en la mente, lo que facilita el RECUERDO de la misma.
Hubo un tiempo en que estaba muy apegado a los recuerdos de estas experiencias, y los consideraba casi como un tesoro. Pero ese mismo apego me impedía seguir avanzando.
Obsesionarse con sensaciones o experiencias muchas veces impide que puedan manifestarse y si lo hacen, estan teñidas con el apego.
Namaste
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