La primera vez,
me ocultaste la vista.
Vine a por tus secretos,
y tu descubriste los mios.
Vine con prisas,
y el tiempo se perdió.
Creí marcharme,
pero algo quedó contigo.
Ayer me dejaste ver tu espalda,
y me facilitaste el ascenso.
Me mostraste tus entrañas,
en el pozo de las grajas.
Desde tu cabeza,
la vision es superior.
Ahora ya se que tu eres yo,
y nunca me marché.
Pedraforca,
hijo pequeño del Kailas.
me ocultaste la vista.
Vine a por tus secretos,
y tu descubriste los mios.
Vine con prisas,
y el tiempo se perdió.
Creí marcharme,
pero algo quedó contigo.
Ayer me dejaste ver tu espalda,
y me facilitaste el ascenso.
Me mostraste tus entrañas,
en el pozo de las grajas.
Desde tu cabeza,
la vision es superior.
Ahora ya se que tu eres yo,
y nunca me marché.
Pedraforca,
hijo pequeño del Kailas.
2 comentarios:
que belleza.
Namaste.
Que gozo encontrar mentes abiertas a admirar su propia belleza intrinseca.
Namaste
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