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Del cajón del olvido
apareces tu, radiante y desnuda,
cabalgando sobre el tigre.
No cambiaría esta sensación
ni por todo el oro del mundo.
Libres, sin ataduras,
solos; el tigre, tu y yo.
En realidad uno solo,
cabalgando por la jungla del no ser.
Conciencia vacía, clara, desnuda,
no mancillada por los sutiles
juegos del ego,
que emponzoñan y corrompen.
Juraría que esto es un sueño,
pero podría ser una premonición.
Ahora ya se mezclan el pasado y el
futuro, en el aquí y ahora.
Kye ho
2 comentarios:
dejare mi huella que no tiene pisadas
para darle color al viento
que ya no tiene nombres
La dakini deja su aroma,
el torbellino pasó.
Fugaz como la vida,
fluye buscando nada.
Las palabras son sus armas,
es una sirena del espacio.
Ulises es sordo,
pero cae en la red.
El toque aterciopelado de su voz
le deslumbra.
Nunca partió realmente
de Itaca.
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