martes, 30 de diciembre de 2008

Tercer Yoga: El justificado

Cuando hayas vencido a TU karma,
entonces serás un justificado.

Serás amigo del dia y de la noche,
de la tierra y del cielo.

En ese momento, compañero fiel,
descubrirás el significado de No-dos.

Desde entonces, el camino de las
estrellas estará abierto para ti.

Un sabor.

jueves, 18 de diciembre de 2008

Juicio: Afrontando el karma


Ha llegado el momento de afrontar tu karma,
de aceptar las consecuencias de tus errores.

Nadie escapa a este juez implacable,
riguroso e imparcial.

Antes de poder establecerte en la mente
despierta, debes pasar cuentas con tu pasado.

No te asustes ni pretendas escapar,
ya que nunca podrás huir de ti mismo.

La ignorancia ha sido la causa de tus errores,
la sabiduría es tu salvación.

Sé compasivo contigo mismo,
y podrás serlo con los demás.

Ahora es el momento de la pesada del alma:
el juicio karmico.

Si pasas esta prueba, ya no temerás a la muerte.

Adelante, compañero egipcio, con coraje y
serenidad afronta tus errores.

La recompensa es la perfeccion
del segundo yoga.

martes, 16 de diciembre de 2008

Hopi: Einstein y el espacio-tiempo


Aquí eras tu mismo,
sin disfraces.

Te has ido desplazando,
sin perder el sendero.

Ahora puedes alcanzar
la cima relativa del despertar.

Recuerdos del futuro ya visto,
en el trance del chaman.

Oh gran jefe Thunderbird,
vuela de nuevo sin miedo.

Tuyo es el espacio-tiempo,
gracias a la llave del shentong.

Reune a los de tu especie,
y abre la puerta del tiempo.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Gran Piramide: Piramidon y Consumacion




Despues de diez dias en Israel regresé al Cairo.
Dos días antes había pasado la noche en lo alto
del Sinaí, en unos refugios que hay, solo con
Paolo, un italiano de unos cincuenta años,
y el vigilante de los refugios, que era el que
vendía te con leche durante el día. Dormí en
el suelo, con mi manta y las sábanas de
backpacker que eran mis compañeras
de viaje.

El viaje a Israel me había llevado a lugares
como Jerusalen, Belen, Nazaret, Safed y
el Monte Carmelo, entre otros, y culminó
con la visita al monasterio de Santa Caterina,
donde subí al monte Sinaí por la tarde, y
pasé la noche arriba, como ya he dicho.

Pero la zarza ardiente que Moisés vio allí,
yo tuve que esperar a mi vuelta a Giza
para experimentar algo parecido.

Regresé a la casa de Alé, mi amigo egipcio,
donde había dejado una buena cantidad
de libros que había ido adquiriendo a lo
largo de mi periplo, y que al irme de egipto
hacia el Nepal regalé al hermano de Alé,
que hablaba español e inglés. Cuando todas
tus pertenencias deben caber en una mochila
y una bolsa, te das cuenta que el saber SI ocupa
lugar, y debes desprenderte de lo que ya no
necesitas para tu nuevo tramo del viaje.

En el viaje en autocar de vuelta al Cairo,
conocí a unos argentinos, y les dije que
pensaba dormir de nuevo en lo alto de la
piramide, probablemente deseando que
alguno de ellos se animara a acompañarme.
Pero esta vez la piramide me esperaba a
mi SOLO, por lo que ninguno se animó.

La primera vez que dormí arriba con Jeff,
el americano, entramos en el recinto de las
piramides por el lado de la esfinge, despues
de pasar por unas callejuelas, y nos encontramos
con un individuo que nos dijo que le dieramos
algun dolar. No se lo dimos, y este probablemente
avisó a los guardias que había dos turistas
merodeando, y estoy seguro de que por eso
nos pillaron antes de subir.

Esta vez decidí entrar por el lado opuesto,
el que daba a la carretera principal. Me
fui lejos, y recuerdo que había patrullas
de soldados estacionadas cerca de lo que era
la entrada principal. Cuando estaba ya lejos,
y la piramide que quedaba mas cercana
era la de Kefren, entré en el recinto,
y me fui arrastrando hacia ella. Era oscuro,
pero había luna casi llena, por lo que
podía ver perfectamente. Poco a poco
llegué a la piramide de Kefren, y de allí
corrí hacia la gran piramide, despues
de cerciorarme de que no se oía ningun
ruido de hombres ni de perros, que yo
sabía que estaban en algun lugar, pero
que esta vez nadie les había avisado de
mi presencia.

Cuando llegué a la gran piramide el salto
para llegar a la primera hilera es muy
grande, y es crucial. Si consigues subir
sin que te descubran, el resto del ascenso
ya es seguro, ya que nadie te va a seguir.

Esta vez lo conseguí, y la sensacion es
indescriptible, ya que no es fácil lograrlo.
Hace poco vi por la television que ahora
amenazan a los que quieran subir con
prision, y me pareció surrealista si es
que es cierto.

El ascenso esta vez fue a un ritmo distinto
al de la primera vez: cuando vas solo no
compites con nadie, y estás mucho mas
alerta ya que si pasa algo no tienes a nadie
a quien recurrir.

Al llegar a la cima, sentí que había conseguido
algo importante, como cuando llegas a la cima
de una montaña peligrosa. Ahora estabamos
YO y la PIRAMIDE, y al cabo de un rato
desapareció esta separacion artificial, dejando
lugar al YO-PIRAMIDE: yo no existía aparte
de la piramide y la piramide no existía aparte
de mi.

Me tumbé debajo de la manta, utilizando la
mochila de cojín, y allí estaba, mirando las
estrellas y el infinito espacio.

Al cabo de unas horas me desperté, y sentí
un calor a la altura del corazón, y una
sensacion de GOZO se apoderó de mi.
Esta fue para mi la experiencia de la
Zarza ardiente, pero no la tuve en el
Sinaí sino en lo alto de la piramide:
esta vez YO era el PIRAMIDON.

Vi y sentí otras cosas, pero esas
prefiero guardarlas para mi,
ya que han pasado 16 años desde
entonces, y aun no he desentrañado
su significado. Cuando lo haga, las
compartiré por si pueden ser de
utilidad para algun otro buscador
egipcio.

Esa noche descubrí que la piramide
no nos revela sus secretos cuando
solo buscamos su conquista exterior,
sino solo despues de haber penetrado
en sus entrañas con una motivacion
correcta: solo entonces descubrimos
la funcion del PIRAMIDON y su
significado.

Cuando descendí al alba, ya no había
un YO ni una PIRAMIDE. Y daba igual
que el vigilante del camello y el rifle
viniera gritando. El GOZO interno
seguía allí, y solo pude esbozar una
sonrisa y seguir mi camino hacia
la salida, esta vez por la entrada
principal, escoltado por una manifestacion
del guardian del umbral, en forma de
vigilante a camello.

El Fenix había vuelto a renacer de
sus cenizas.

domingo, 7 de diciembre de 2008

Gran Piramide: Iniciacion



Dos dias despues de haber dormido en lo alto de la gran piramide,
la tarde antes de partir hacia Israel, la piramide nos abrio su puerta.

Eran las seis y media de la tarde, y SUPE que era el momento de
penetrar en las entrañas de la piramide. Jeff y yo nos dirigimos hacia
ella, y los vigilantes nos dijeron que ya había concluido el horario de
visitas.

En otros de mis viajes anteriores, descubrí que hay momentos
magicos, en los que todo está preparado para que podamos tener
una experiencia especial. Supe enseguida que este era uno de estos
momentos, por la sensacion de seguridad y serenidad que se siente.

Le dije a Jeff que había que perseverar, y empezamos a hacer un
poco de ruido, y se me ocurrió decirles que teníamos permiso del
jefe. Al decirles esto con un aplomo total, los vigilantes se quedaron
dubitativos y desconcertados, y ya que nadie quiere buscarse
problemas con el jefe, nos llevaron hasta la oficina del supervisor.
Este era un hombre afable, y despues de decirle que por la mañana
nos iríamos del Cairo, y que debíamos visitar la piramide, nos dijo
que no había ningún problema, ya que en esos momentos un grupo
de turistas americanos estaban meditando en la camara del rey, y
que por lo tanto podíamos hacer la visita. Jeff no se lo creía, y no
paraba de decir que era increible lo que sucedía. Yo sabía que
todo iría bien, porque en el pasado había tenido experiencias
similares en otros sitios como Machu Pichu, Salt Lake City y
en Alaska, entre otros.

Esto confirmó mi intuicion que la piramide nos quería mostrar sus
misterios, y recuerdo la cara de los vigilantes que no habían venido
a ver al supervisor cuando nos vieron llegar con el en su ranchera.
Compramos el tíquet (eso si que lo tuvimos que pagar, pero no
los dos mil dolares que pagaron los "meditadores americanos" que
probablemente se alojaban en el hotel de lujo al pie de las piramides
llamado Mena House)

Lo bueno es que nos dejaron entrar SOLOS, y nos dijeron que nos
fueramos hacia la galería subterranea, ya que los americanos estaban
arriba.

Jeff y yo descendimos por la galería, estrecha e inclinada, y llegamos
a la camara subterranea. Una vez allí, pude ver que había un pozo
y una gruta de piedra no tallada. Me subí hacia el fondo de la gruta,
sentandome en una especie de silla natural, y empecé a interrogar
a Jeff sobre algunos temas relativos a la piramide. Pasó el tiempo,
y desde arriba nos decían que subieramos, pero yo le dije a Jeff
que era un momento magico, y que debíamos relajarnos. Luego
apagaron las luces tres o cuatro veces, y bajó un vigilante zumbando.

Empezamos el ascenso, y al llegar al cruce que te lleva hacia la
galería que desemboca en la cámara de la reina, oímos que los
americanos bajaban ya. Los vigilantes querían que salieramos,
pero yo tiré para arriba y Jeff tambien, dejando a los vigilantes
refunfuñando detras. Recuerdo que nos cruzamos con el grupo
de "meditadores" en la galería de ascenso, y nos miraron perplejos,
ya que supongo que les habían dicho que estarían solos en la piramide.

Luego llegamos a la cámara de la reina, y de allí retrocedimos
y seguimos el ascenso a través de la gran galería hacia la
cámara del rey.

Recuerdo la sensacion de PAZ que sentí cuando entré allí. Paz
y SILENCIO, pero una paz y un silencio VIVOS, vibrantes.

Luego Jeff se metió en el sarcófago, y despues de un rato
entré yo. Durante un momento eramos dos dentro, y luego
salió el y me quedé solo, tumbado en el sarcofago en el que
durante milenios muchos buscadores como yo habían yacido.

Era una sensación extraña; sentí calor y un zumbido que
parecía que siempre estaba allí esperando al iniciado
que había conseguido llegar hasta ese punto con esfuerzo y
honestidad. De alguna forma, un cuerpo pequeño
tumbado a muchos metros de altura dentro de una
estructura piramidal, recibe una serie de vibraciones
que solo se pueden dar en ese punto concreto del
continuo espacio temporal. En ese momento supe
que Micerinos y Einstein eran dos manifestaciones
distintas del mismo ser, en dos puntos del continuo
espacio-temporal, y que la piramide era una
MAQUINA DEL TIEMPO.

Luego bajamos, tranquilos, sin prisas, ya que
ahora había experimentado la ATEMPORALIDAD.

Y así fue como despues de haber ascendido hasta
la cima de la piramide, esta me mostró parte de
sus secretos escondidos en sus entrañas. Otra parte
me esperaban a mi regreso de Israel, cuando dormí
por segunda vez en la cima.

Desde entonces se que la piramide es un monumento
a la VIDA, y no un templo funerario.

También sé que cuando uno está listo para enfrentarse
a la Esfinge, y responde correctamente a sus preguntas,
la piramide abre sus puertas para que el neofito se convierta
en iniciado, y penetre en los misterios del ESPACIO-TIEMPO.

Compañero Egipcio,
¿estas listo para responder a la esfinge?

martes, 2 de diciembre de 2008

Piramide: La esfinge


Jeff y yo llegamos del Valle de los reyes a Giza, haciendo autoestop,
en un camion tipo pegaso, con un conductor simpatico que nos
mostró un pistolon que tenía en la guantera, mientras esbozaba una
sonrisa bajo su gran mostacho. Le pagamos aunque no quería, y
nos dejó cerca de nuestro objetivo: La gran Piramide.

Jeff era un Judío americano, al que conocí en Abu Symbel, y con el
cual recorrí una buena parte de egipto. Era un joven californiano,
de aspecto surfero, y que consideraba que Dios le apreciaba mucho,
ya que su vida sexual había sido muy satisfactoria.
Estaba estudiando arquitectura, y hacía bocetos de todos los
templos que visitamos, que fueron muchos.

Era ya el atardecer, y no sabíamos donde escondernos hasta poder
hacer nuestra excursion nocturna. Cruzando una calle apareció un
egipcio pequeñito y con barba, gritando ¡Isa!,¡ Isa!. Por lo que me
dijo, yo le recordaba a Jesus. En aquel entonces yo llevaba barba de
tres meses, y utilizaba una tranca como la de Moisés. Alé, que era el
nombre del egipcio, nos invitó a su casa, muy cerca de las piramides.
Su padre era guia turístico, y Alé era lo que hoy llamaríamos un
islamista.

Cada mañana se levantaba temprano y hacía sus oraciones. Ademas
era instructor de karate de un grupo de jovenes de su barrio.
Su padre y su hermano mayor, que tambien era guia turístico,
no estaban muy contentos con su mas que probable fanatismo
religioso. Esto lo deduje porque pasamos unos cuatro dias en su
casa, y cuando volví de Israel pasé otros tres dias en su casa.
Yo creí ver en el a la reencarnacion de Saladino. Era noble, pero
como yo en ese tiempo, muy fanatico. Su dios era Alá, y el mio
el dios de los cristianos. Si el y yo nos entendimos,
tambien lo pudieron hacer los templarios y los Assassins en los
tiempos de las cruzadas. Nuestra nobleza y honestidad eran mas
fuertes que nuestro fanatismo, que era colosal, pero no suficiente
para enemistarnos.

Antes de pasar la noche en lo alto de la gran piramide, Jeff y yo
decidimos visitar la esfinge. Recuerdo que había unos andamios
que nos permitieron subir con facilidad hasta su lomo, y allí pudimos
contemplar el espectáculo de luces y música que tenía a la esfinge
como centro, y los espectadores que estaban pagando por esta sesion
no pudieron descubrir nuestra oculta presencia.

Cuando estabamos en el lomo de la esfinge, Jeff se fumó un porro,
y se quedó muy relajado. Yo, por el contrario, estuve alerta
por si se caía o nos descubrían los que nos miraban sin vernos.

En esos tiempos aun no había probado la marihuana, y no
tenía muy buen concepto de los fumetas ni conocía sus efectos,
por lo que no le quitaba ojo a Jeff, por si acaso.

Despues de la esfinge, subimos a la piramide de Kefren,
la que está completa, para tomar vistas, ya que nos
habían dicho que había guardias armados y con perros
acechando a los intrepidos turistas que osaban acercarse
a la piramide para la ASCENSION. Era cierto.

Decidimos aproximarnos por la cara mas oscura,
escondiendonos en las mastabas, y acercarnos poco
a poco. Recuerdo que nos separamos. Se oían los perros
aullando, y yo me quede quieto, casi sin respirar.

Luego oí a Jeff que me decía que saliera, y por un momento
dudé, pero ya que eramos un equipo, prevaleció el
compañerismo. Regateando un poco, nos dejaron
subir por 16 dolares cada uno (año 92).

Luego la ascension se convirtió en una competición,
para ver quien llegaba antes a la cima. No resulta
nada fácil subir en zig zag por unos bloques de casi
un metro de alto, pero con la adrenalina a tope
se suben casi sin notarlo. Solo al llegar a la cima
se nota el cansancio.

Una vez arriba, saqué la manta de la mochila,
y contemplé el Cairo, y las ESTRELLAS.

Una sensacion inolvidable, en la que no pude
pegar ojo en toda la noche.

Luego contemplamos la salida del sol desde la cumbre:
un espectáculo magnifico. Yo llevaba un libro de Aldo
Lavagnini (Magister)en la mano,en el que se veía el sol
y la piramide. Lo había comprado en Perú, antes de
llegar a egipto, durante mi periplo sudamericano en
busca del Jaguar.

Hice tambien un pequeño ritual, grabando
mi nombre en un bloque que era como
el libro de visitas de la piramide, y depositando
una piedra que me había traido de Tell el Amarna,
la ciudad del faraon herético Akhenaton, que
algunos piensan que tuvo algo que ver con Moisés.

Y luego el descenso, relajados, sin prisas.

Llegamos abajo mientras otros ya subían,
y el guardia del camello gritando, y nosotros
riendo, mirandonos con la complicidad de los
que saben que han conseguido algo especial,
que nunca olvidaran, y que les ha convertido
en compañeros de armas. Cuando se tienen
veinticinco años, aventuras como esta saben
igual que tirarse en paracaidas.

Esta fue la primera vez que dormí arriba.
La segunda fui solo, despues de volver de
Israel, y esta vez ni me pillaron, ni competí
con nadie, y la Piramide se hizo mi amiga.

Pero esto lo contaré otro dia.

Horus: El ojo de la recta vision

Compañero egipcio:

A través de la práctica del segundo yoga, obtendrás
el ojo de Horus, o la Recta Vision.

En el primer yoga has tenido un atisbo de
la esencia de la mente, y en el yoga de la
Simplicidad, deberás despojarte de todas
las construcciones conceptuales que impiden
la Recta Vision.

Es por ello que debes comprender la vacuidad
desde la perspectiva Madiamaka.

Este debe ser tu objetivo en esta fase,
si quieres ascender hasta el próximo
campamento.

Trabaja, y no te apegues a las experiencias
que iran surgiendo en tu practica genuina.

Recuerda que esta recta vision te llevará
mas allá del Samsara y del Nirvana,
del Alto y del Bajo Egipto.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Golem: Yesod





Compañero Egipcio:

Ahora vas a descubrir los secretos del Golem:
la mente subconsciente.

Vas a aprender como hacerlo trabajar para ti,
de forma segura y eficaz.

Pero recuerda que si no tienes la motivacion
adecuada, este poderoso sirviente puede
provocar tu caida.

Cerciorate de que estás preparado,
y aprende de los que van delante tuyo,
escuchando sus consejos.

VIGILA y RECUERDA.

Yesod: Tablilla del Aire


Compañero Egipcio:

En esta tablilla encontrarás los nombres
que utilizados correctamente te permitiran
utilizar el elemento AIRE a voluntad.

Ten cuidado ya que Yesod esconde muchas
FUERZAS que deben ser manejadas con
SABIDURIA si no se quiere perder el
EQUILIBRIO mental.

La mente subconsciente es muy poderosa,
y tiene conexiones directas con la mente
despierta que permiten desarrollar una
serie de facultades latentes relativamente
"peligrosas" si no se está ATENTO.

Trabaja con cautela.

CHOD: Festin


En el cementerio de internet,
he troceado mi mente,
con sus memorias, deseos,
fantasias y sueños.

En el cementerio de internet,
he ofrecido mis entrañas
a los espiritus hambrientos
venidos de todos los continentes.

Cada cual ha podido comer su parte,
sin reservas, sin prisas.
Que esta ofrenda sirva para que
puedan liberarse de sus grilletes.

En el cementerio de internet,
donde todos se esconden,
y pretenden ser lo que no son,
deambulan los seres sintientes.

Este mundo virtual, reflejo fiel
de las mentes confundidas,
se ha transformado en el cementerio
donde Marpa ha ofrecido su cuerpo.

Todos los temores se han desvanecido,
dejando un rastro de luz,
paz profunda y alegria.
Cortando el corte.
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