domingo, 27 de noviembre de 2011

Vajrakilaya: Ira


A veces, los resultados de una práctica progresiva
aparecen de golpe, como si surgieran de la nada.

Los estados de conciencia no muy agradables
mutan en otros estados mas agradables,
y erróneamente solemos creer que debido
a ello hemos progresado.

La verdad es que todos los estados de conciencia
son duales, y aunque todos solemos
preferir los agradables, no dejan de ser
estados de la mente confusa.

Luego, a veces tenemos pinceladas de lo
que es la mente no-dual, rigpa o
estado de presencia espontánea.

Mientras la mente se embriague con
la esperanza o el temor, estaremos
encallados en el fango del apego y la ira,
verdaderos combustibles del fuego de
la ignorancia que produce el humo
del sufrimiento, que oscurece y
asfixia a la mente no-dual.

Los patrones mentales nocivos
hacen que nuestra percepción se
distorsione impidiendo que
las acciones sean rectas.

Mientras hoy ascendía al Bastiments,
rodeado de nieve, silencio y unas
vistas fantásticas, mi mente estaba
encallada en uno de estos patrones
tan arraigados: la ira.

Me ha sido relativamente fácil darme
cuenta que es un problema mio,
no de las circunstancias o personas
que favorecen la reacción airada.

Otras veces, cuando el entorno no
es aparentemente tan puro como
la montaña nevada, la mente reacciona
siguiendo el mismo viejo patron
que tanto sufrimiento ha generado
para mi y para los demás,
sin ni siquiera darme cuenta.

Ahora el estado de conciencia es
agradable y relajado, pero sé
que mientras el viejo demonio
de la ira siga incrustado en la mente,
seguiré en la noria del sufrimiento,
en el tiovivo de las emociones perturbadoras.

Blanco y negro;
esperanza y temor;
apego e ira;
agradable y desagradable;

Este es el mundo del ego,
de la dualidad.

Por suerte para nosotros
existe otro mundo:
el de la no-dualidad.

Sólo hace falta percibir
rectamente el viejo mundo
para que por arte de magia
se transforme de golpe
en el nuevo mundo,
con un nuevo cielo
y una nueva tierra.

Experiencias,
que algun dia se convertiran
en logros.

martes, 15 de noviembre de 2011

Nada en especial


Nada en especial.

El día parece haber transcurrido
de forma natural, lloviendo.

En realidad es la mente la que
parece moverse de forma natural.

De forma natural he buscado
"nada en especial" en google,
y ha salido wushih.

Dividir el tiempo en días
parece indispensable
para vivir en sociedad.

Pero en realidad el tiempo
no es discontínuo.

No hay una sucesión de instantes
infinitesimales o átomos de tiempo.

El ahora es atemporal,
nada en especial.

Parece ser que nos gusta complicar
lo simple.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Tres palabras: esencia


Estos pensamientos,
que aparecen, permanecen
y se desvanecen naturalmente.

Estas percepciones,
que son esencialmente vacuas,
claridad dependientemente originada.

Estas formaciones mentales,
que pareciendo pesadas y opacas
son en realidad ligeras y autoliberadas.

Estas ocho conciencias,
base de todo sufrimiento,
son en realidad presencia espontánea.

Este deseo llameante,
que en realidad no es mas que
ansia de gozo innato.

Esta ira seca,
fruto del miedo al sufrimiento,
es sólo compasión mal expresada.

Solo hacen falta tres palabras,
para dar en el punto esencial
y alcanzar la liberación.




martes, 1 de noviembre de 2011

Ati: Cumbre del macizo Maha-Anuyoga

La montaña como soporte de la meditación en acción,
cual zafu que conecta la tierra con el cielo.

Tan importante es el primer paso como el último;
la experiencia cumbre como el calentamiento.

La aproximación en coche es como los preliminares,
tan importante como la práctica principal en sí.

¿Qué busco en realidad ?

¿Qué se oculta tras todo este laborioso ritual?

¿Es lo mismo que practicar sentado?

La absorción meditativa siendo parecida,
lo que cambia es sólo la apariencia
de movimiento corporal.

Diría que siendo capaz de encontrar la paz
dentro del movimiento me acerco más
al objetivo de desarrollar los medios hábiles.

¿Si antes no hubiera alcanzado estados de
absorción parecidos en la meditación sentada,
sería capaz de integrar las experiencias de la
montaña o me convertiría en un adicto?

¿Aumentaría mi sabiduría con cada ascensión,
o sería mi ego montañero el que engordaría,
si no tuviera cierta comprensión de la vacuidad
del ego y de las apariencias?

Realmente, el orden de los factores altera
el resultado.

¡Qué fácil es perderse en el oceáno de las
experiencias cuando el apego sigue siendo
el patrón de la embarcación!




Related Posts with Thumbnails