lunes, 26 de julio de 2010

El hueso de la montaña y la cabra


A veces, cuando voy a la montaña, si hay algo que
atrae mi atención, como piedras, ramas u otros
objetos, lo meto en la mochila y me lo llevo a casa.

Lo considero un regalo de la montaña,
un premio al esfuerzo realizado y al
aprendizaje que aun queda por hacer.

Hace unas semanas me llevé un hueso
cuando estuve en el Ventolau, en el pirineo
leridano. A lo mejor fue porque al llegar a
la cima había uno en el mojón de la cumbre,
y al bajar encontré otro y lo recogí.

Creo que es de cabra montesa, aunque ese
día en concreto no vi a ninguna. Por no ver,
no vi a nadie, ni a esos pajarracos que a
veces revolotean cerca de las cumbres.

Estuve más sólo que la una:
yo, la montaña, el sol y la luna.

Este hueso lo había dejado dentro
de las mismas bolsas de plástico en
que lo envolví el día que lo encontré,
y lo puse en la escalera que lleva a
mi cueva de meditación (el altillo).

Hoy me he fijado en él, y creo que
en los próximos días va a convertirse
en el objeto de meditación.

Yo podría ser catalogado como una
cabra dominguera, es decir, que sólo
va a la montaña los domingos.

A decir verdad, muchas veces, cuando
veo las cabras montesas brincar,
me dan envidia porque a mi me
gustaría ser capaz de desplazarme
por la montaña con la facilidad y velocidad
con que lo hacen ellas. Qué gozo supondría
poder abrir camino en cualquier parte, sin
tener que conformarme con seguir las
"autopistas" asignadas a los domingueros
como yo.

Las vacas y los caballos no me atraen,
pero las cabras siento que son de "mi" especie,
aunque yo estoy menos evolucionado que ellas
en lo que a la adaptación a la montaña se refiere.

Si tengo que renacer como animal alguna vez,
que sea como cabra montesa, la verdadera
amiga de la alta montaña.

También me parece que en lo que al sistema
mahamudra se refiere, aún no he llegado al
hueso; me sigo moviendo por la carne.

Habrá que esforzarse un poco más
para algun día llegar al tuétano de
la montaña de la mente.

De momento, la montaña me ha
regalado un hueso.





sábado, 24 de julio de 2010

Fenix: Paz


Impermanentes son los estados mentales.

Impermanente es el sujeto que los experimenta.

La mente no es permanente.

La mente no es impermanente.

La mente está más allá de permanencia
e impermanencia.

La mente no es pensamiento.

La mente no es no-pensamiento.

La mente está más allá de
pensamiento y no-pensamiento.

Mientras la mente siga confinada
en el juego conceptual,
existe el samsara.

Cuando la mente va más allá
de conceptualidad y no-conceptualidad,
existe el nirvana.


BUDA

miércoles, 14 de julio de 2010

Los ojos que brillan en la oscuridad


Hoy he salido a andar en la oscuridad,
con una linterna que se ajusta a la cabeza
que compré hace poco. Tiene diversas
opciones de intensidad, y es muy
cómoda.

No había luna, por lo que me ha sido muy
útil llevar la linterna. De repente, he visto
unos ojos rojos que me miraban, y resulta
que era un perro, paseando como yo,
sólo en la oscuridad. Después de comprobar
que no suponía un peligro para él, pese a
que llevaba un garrote precisamente por
si salían perros de los que son un poco
más agresivos que este que me ha tocado
de compañero, me ha seguido durante
unos diez minutos, hasta que he tomado
un sendero que se alejaba de su zona de
seguridad, y ahí me ha dejado sólo de
nuevo.

Después de un rato, he visto unos ojos
verdes que brillaban, que han resultado
ser una manada de caballos.

El manto de oscuridad que hoy he
penetrado tenuemente con la
linterna, siempre está ahí, y sólo
se rasga parcialmente durante
el día, cuando el sol alumbra
durante unas horas, y durante
la noche, cuando la luna refleja
la luz del sol de forma más o
menos intensa.

Esa es la mente subconsciente,
siempre ahí, sólo alumbrada
por la conciencia más o menos
intensa de los seres.

Llena de ojos que brillan en
la oscuridad al reflejar nuestra
propia luz.

domingo, 11 de julio de 2010

Saraha: el maestro asoma


¿Dónde estan los pasos
que nos llevan al lago?

¿Dónde estan los pensamientos
que desaparecen en la paz?

Los pasos son sólo el movimiento
de las piernas.

Los pensamientos son sólo el
movimiento de la mente.

¿Dónde estan las piernas?
¿Quien las puede encontrar en realidad?

¿Dónde está la mente?
Dime dónde está.

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