La fuerza sin compasión nos lleva al precipicio
de la brutalidad egoica.
La compasión es el lubricante que hace que la mente
pueda aprovechar de forma constructiva y sabia
todas las cualidades de la mente.
Cualidades como la concentración, perseverancia,
inteligencia o calma mental no son suficientes
para llevarnos mas allá del sufrimiento egoico.
Es imprescindible conseguir que la compasión
se manifieste en la mente.
La compasión es la salsa que debe aderezar
todos nuestros pensamientos, sentimientos
y acciones.
Compasión entendida como la capacidad de ponernos
en el pellejo de los demás seres sintientes, comprender
su sufrimiento, y disculpar sus acciones motivadas
por la ignorancia de su propio ser.
Así como nosotros en muchas ocasiones actuamos
siguiendo los impulsos ignorantes del ego,
a los demás tambien les sucede lo mismo.
Compasión no es dejar que los bárbaros hagan daño
a los débiles, sino comprender su problema y actuar
de forma desapegada intentando que nuestras acciones
no generen mas sufrimiento, sino que lo disminuyan.
Porque los que dañan y engañan creyendose mas listos,
tarde o temprano acabaran sufriendo para que aprendan
a actuar de una forma mas recta.
Tengamos compasion de los que utilizan la fuerza
de forma egoica, pero utilicemos nuestra inteligencia
y fuerza para que no puedan dañarnos a nosotros ni a los
que la vida ha puesto bajo nuestro amparo de forma
transitoria.
Ser compasivo no significa ser mojigato ni santurron.
Utilicemos toda nuestra fuerza de forma sabia y compasiva
por el bien de todos los seres sintientes.
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