martes, 12 de agosto de 2014

Crestas: Atención plena






Un nuevo reto que aparece en el momento oportuno:
la cresta del Bardamina.

La tentación de buscar compañero para afrontar esta
nueva prueba aflora de nuevo, aunque ya sé que
nadie va a aparecer ya que debo ir solo.

Son esos momentos en que la vida quiere asegurarse
que hemos aprendido las lecciones que nos ha brindado
y estamos listos para dar un salto hacia un nuevo nivel.


Una sensación de paz y tranquilidad aflora,
y gratitud para con los compañeros que
han compartido tramos de este camino
abrupto que nos conduce a un nuevo reto,
para demostrarnos a nosotros mismos
que hemos desarrollado las habilidades
que nos permitiran afrontar una nueva fase
con garantías de éxito.


Es una sensación de felicidad, donde
no hay ya ni dudas ni miedos,
ya que soy consciente de que estoy
preparado para hacer la cresta en solitario.

Me recuerda uno de esos momentos de hace 20 años
cuando me dejaba llevar por la intuición
y descubría lugares especiales de una belleza
incomparable.


Han pasado 20 años desde ese primer chispazo
deslumbrante que abrió las puertas de un
nuevo mundo a mi ofuscada mente.


Desde ese momento hasta hoy he realizado
numerosas actividades, siempre con la
idea de conocerme mejor a mi mismo,
y en estos últimos años el montañismo
ha sido la actividad que me ha permitido
seguir creciendo y evolucionando.

20 años y parece que fue ayer.
De hecho, parece que siempre ha sido ahora.


jueves, 24 de julio de 2014

Autoliberación: Coemergencia



Las circunstancias de la vida, unidas a nuestra estructura mental concreta,
hacen que surjan emociones, mas o menos intensas.

Cómo gestionamos estas emociones es lo que marcará
la diferencia entre una conciencia lúcida o confusa,
entre el estar prisioneros en estados mentales
opacos y  anclados en el sufrimiento o estar
liberados.

No es fácil mantener estados de presencia mental
impolutos durante y después del surgimiento
de fuertes perturbaciones mentales.

Pero con la práctica del mahamudra, es posible
llegar a un punto donde estas emociones
se autoliberan cuando surgen.

Este estadio es el mismo que encontramos en
el dzogchen, y aunque la forma de llegar a
él puede variar, el resultado es el mismo.


Podemos describir conceptualmente lo que se siente
al experimentar la autoliberacion de las emociones,
o a través de símbolos, pero no dejan de ser
meros sucedáneos de la experiencia real,
que es personal e instranferible,
y no se puede comunicar.

Existen multitud de libros que detallan
los métodos de meditación del sistema
mahamudra, y narran las experiencias
de los maestros del pasado; estos libros
tienen una utilidad relativa, ya que podemos
ser capaces de memorizarlos de cabo a rabo,
incluyendo los aforismos de los maestros,
aunque no tengamos ninguna experiencia
ni mucho menos ningun logro.

Por ello es de vital importancia que seamos
capaces de llevar a la práctica las instrucciones,
y a no ser que tengamos una capacidad innata,
será necesario que estemos en contacto
con maestros del linaje que nos transmitan
los métodos y nos ayuden en caso de duda.

Hoy en dia no hay problema para encontrar
todo tipo de libros con instrucciones que
en épocas pasadas se transmitian solo a
los discípulos aventajados después
de un largo proceso de práctica bajo
la estricta supervisión de maestros
cualificados.


La pregunta es: ¿tengo un nivel parecido
al de los practicantes a los que se transmitían
estas instrucciones orales, o soy sólo un
practicante sin ningun tipo de realizaciones
que se engaña a si mismo?

Dependiendo de la honestidad en la respuesta
a esta pregunta, podremos sacar partido
de la enseñanza o seguir perdiendo el tiempo
en la noria del autoengaño.


viernes, 16 de mayo de 2014

Siddhis: Instagram

Después de una temporada sin postear,
parece ser que ahora el impulso
de hacerlo vuelve a surgir.

Utilizando instagram, una aplicación
para el teléfono inteligente que ha
surgido sin buscarlo, la capacidad
de compartir imágenes y dichos
de los maestros ha sustituido
la antigua necesidad satisfecha
a través de blogger.

Mas exactamente, la ha complementado,
ya que cada herramienta tiene
unas funciones distintas, aunque
ambas satisfacen la necesidad básica
de compartir experiencias
con otras personas interesadas
en la práctica.
En blogger uno puede reflexionar
en voz alta y entrar en detalles
que instagram no permite.
Bueno, en realidad hay algunos que
en los comentarios escriben un post,
pero a mi no me parece apropiado,
ya que para mi instagram es mucho
mas visual, y con la aplicación
complementaria de Textagram
se pueden mezclar imágenes
con textos cortos,
que yo utilizo para
transmitir aforismos de los
maestros.
A través del smarphone y sus aplicaciones
como instagram, estamos en contacto
casi instantáneo con aquellos que
forman parte de la lista de seguidores,
y esto se parece mucho a alguno
de los siddhis ordinarios, ya
que podemos transmitir imágenes
y textos de forma casi instantánea
a las mentes de los que han elegido
estar relacionados con nosotros
a través de estas nuevas tecnologías.
Que luego estas personas saquen
más o menos provecho de la información
transmitida, esto ya depende de ellos.
Las nuevas tecnologías pueden ser
una fuente de distracción o una
herramienta de crecimiento,
dependiendo del uso que hagamos
de ellas.
Si buscamos sólo incrementar el número
de seguidores y de "me gusta",
probablemente sería mejor
no disponer de estas nuevas
tecnologías.


miércoles, 15 de enero de 2014

Lada:Progresión por terreno mixto


En los diversos estados mentales por los que atraviesa la mente,
encontramos algunas características comunes que varian sólo
en cantidad:
Estos factores son la INTENSIDAD y la CLARIDAD.
Una mente intensa se caracteriza por ser POTENTE y ACTIVA,
es decir, VIBRANTE y ENERGETICA.
Una mente clara implica DISCERNIMIENTO y SABIDURIA.
Para ser capaces de estabilizar la mente en un estado intenso y claro,
es preciso ser capaces de CONCENTRARNOS y mantener
ese estado de concentración sin caer en distracciones
ni somnolencia.
En un estado de alta concentración, si surgen pensamientos
no son capaces de distraernos del foco de nuestra atención,
y la mente alcanza lo que se conoce como permanencia apacible,
o SHINE, que tambien tiene diversos grados.
Esta herramienta es la base para poder desarrollar
el segundo aspecto definido como CLARIDAD.
En el Mahamudra, el objeto de concentración principal
es nuestra propia mente, y esto permite que una
vez alcanzado un nivel elevado de shiné, surja
una claridad cada vez mayor, reflejada en
un mayor discernimiento y sabiduría.
Tomar la mente como objeto de concentración significa
ser capaces de observar los distintos pensamientos
y emociones que surjen, sin que nos dejemos
arrastrar por ellos.
No significa intentar bloquear la mente e impedir
que surjan pensamientos ni emociones, ya que
esto implicaría renunciar a la intensidad,
y estaríamos hablando de una mente
en blanco, sin vida, objetivo de algunos
que se han desviado del recto sendero.
El estado mental en que se encuentran estos ignorantes,
es un estado de aislamiento de la realidad,
donde han bloqueado toda emoción
y pensamiento en aras de una calma artificial,
conseguida a través de un proceso represivo
que tarde o temprano les conducirá
a recibir un impacto traumático que les vuelva
a conectar con la realidad que pretenden ignorar.

Este tipo de personas pueden haber desarrollado
un alto poder de concentración, pero su mente
habita en la confusión y desconocen la claridad.

Su fuerza de voluntad y aparente calma 
suelen fascinar a los pobres
que buscan salir del estado confuso en que suelen
moverse las débiles mentes sufrientes,
sin darse cuenta que no son más que
adictos de la "tranquilina", falso sustituto
de la permanencia apacible o shiné.

En otro extremo encontramos a los adictos de la
adrenalina, enganchados a actividades que
les dan el chute que les hace sentir vivos. Y estos
tambien pueden haber desarrollado un gran
poder de concentración, que les convierta
en expertos en conseguir estados adrenalínicos
alterados y "guías" calificados en
proporcionar experiencias intensas.
En el mahamudra se trata de ser capaz
de observar la propia mente en diversas
situaciones, sean estas de gran flujo de
pensamientos o emociones o todo lo contrario.
No se debe rechazar  ni las unas ni las otras,
sino ser capaces de descubrir que la
verdadera naturaleza tanto de unas como las
otras es la misma. Esto es lo que
hará que la sabiduría y el discernimiento
se manifiesten en la mente.
Esto no es un ejercicio intelectual,
sino una práctica real
que cada practicante debe
llevar a término.
De poco sirve la experiencia de otros
si yo no soy capaz de realizarlo por mi mismo.
Nadie ha dicho que moverse por terreno mixto,
donde se mezclan pensamientos, emociones y apariencias,
cual si fueran roca, hielo y nieve,
fuera fácil.
Pero calzándonos los crampones de la concentración 
y blandiendo los piolets del discernimiento,
seremos capaces de ascender por las
intensas canales mixtas de la vida
que nos llevan a la cima de la recta visión.

Es fascinante constatar que la perseverancia
en el recto camino brinda sus frutos,
pese a las constantes caídas y recaídas
de la mente en estados de confusión,
gracias a estar encordados al 
linaje de practicantes genuinos
que nos asegura en esta via abrupta
que es la práctica del mahamudra.


 



lunes, 6 de enero de 2014

Pedraforca invernal: Compañero




Sin ningun motivo aparente para escribir,
surge el impulso inesperado de compartir
virtualmente experiencias y pensamientos.

Pero seguro que el motivo existe:
ya sea para dar importancia al experimentador,
o para convertirla en un recuerdo
accesible para un futuro menos activo.

Al ego espiritual le gusta pensar que el
motivo es para beneficiar a los seres sintientes.

Cada loco con su tema.

Lo que es indudable es que una experiencia
compartida con alguien que está en una
sintonía parecida gana en calidad
y probablemente tambien en intensidad.


El acto posterior de compartir virtualmente
un sucedáneo de esa experiencia personal
e intransferible vivida por los experimentadores
puede ser útil o no para otras personas,
y tambien para el que la comparte.

Los relatos de las aventuras de un montañero
pueden tener su utilidad para otras personas
de diversa índole y motivaciones varias.

Aquellas personas que sienten una cierta
atracción por los estados alterados
de conciencia intensos y equilibrados,
probablemente puedan hallar pistas
de como el autor de estas entradas
las consigue.

Lo que puede ser útil y constructivo para uno,
puede ser inútil o nocivo para otros,
dependiendo de muchos factores.

Por eso, llegados a un cierto punto,
todos debemos ser capaces de
discernir si el camino que seguimos
requiere de la guia de alguien con mas
experiencia que nosotros.


Indudablemente, tanto el mahamudra
como el montañismo son caminos
donde a medida que progresamos,
los riesgos van aumentando
en proporción a la altura y abruptidad
de las cumbres
o estados de conciencia
que tratamos de hollar. 

Generalmente el riesgo
se incrementa al regresar
de esas cumbres o estados
alterados de conciencia.

El montañismo, como el mahamudra,
es un camino que nos puede llevar
 desde el valle de la conciencia dual,
hasta la cumbre de la no-dualidad,
donde la mente brilla de forma
clara y nítida, y nos permite
regresar de forma segura
a un estado mental ordinario,
hasta que desaparece la distinción
entre valle y cumbre,
conciencia ordinaria e iluminada,
samsara y nirvana.


Después de este extenso preámbulo,
pasemos ya a compartir la experiencia concreta:

Mi cuarta ascensión invernal al Pedraforca.

Las dos primeras fueron en solitario,
una subiendo desde Saldes y la otra
desde Gòsol y luego bajando 
por la misma ruta de subida.

La tercera ejerciendo de guia para dos
montañeros, subiendo desde Gòsol
y bajando por la tartera de Saldes.

Y esta con mi compañero de montaña Toni,
subiendo desde Saldes y bajando
por Gòsol.

Después la aventura culminó con un rico almuerzo
en un restaurante que apareció por chiripa,
ya que casi todos estaban cerrados,
con vistas a esta mágica montaña,
y que está a cien metros del dolmen de Molers,
que tambien desconocía.

Parece que he pasado de ser un aprendiz del Pedraforca
a ser un compañero, y que el pase de grado
tuvo su recompensa con el ágape y el dolmen.

En esta ascensión ha habido un poco de todo:
sufrimiento, gozo, frio, calor, nieve, hielo,
sol, nubes, como un compendio y colofón
a las tres ascensiones invernales previas.



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