Les Agudes (1703m) es la segunda cumbre más alta del macizo
del Montseny, sólo superada por el Turó del Home (1706m) y seguida
por Matagalls (1697m).
Pero tiene la peculiaridad de que se puede acceder a ella por muchas
vías, y una de ellas, els Castellets, que es la que he utilizado hoy,
es una vía abrupta que requiere TREPAR, es decir, ayudarse
de las manos, ya que tiene una gran verticalidad.
Cuando he llegado arriba, he visto que había unos escaladores
que estaban abriendo una vía, haciendo agujeros con un taladro
y clavando unos tornillos que sirven como anclaje para las cuerdas.
He bajado hasta donde estaban, y los he observado un rato,
y me han dicho que en realidad estaban reabriendo la vía,
ya que algun ladrón con dotes de escalada se había llevado
todos los tornillos y anclajes que ellos habían puesto cuando
abrieron la vía: manda huevos. Incluso a estas ALTURAS
encontramos chorizos.
Trepar es un paso intermedio entre el andar y la
escalada: no requiere el uso de cuerdas pero
hay que utilizar las manos para agarrarse a
los salientes de las rocas, subiendo de forma
abrupta y relativamente vertical.
El trepar supone un riesgo de caida mucho
más elevado que el de andar por un sendero
más suave, y menor que en la escalada,
pero al no ir encordado el peligro de accidente
es mayor.
Cuando llueve no hay ningun problema en seguir
andando por el sendero suave, pero trepar lloviendo
sería una temeridad, ya que el riesgo de resbalar
sería muy elevado.
En este tipo de vías abruptas cada año suelen haber
varios accidentes graves y muertes, por lo que
hay que ser muy consciente de que los ERRORES
se pagan muy caros, a diferencia de los senderos
más suaves, donde un error no se suele saldar
con tan trágicas consecuencias.
Lo mismo sucede con vías como el Mahamudra,
que es una vía abrupta, como el Dzogchen o
el Zen, y en ellas el riesgo de DESCALABRO
mental es muy elevado, comparado con
otras vías más suaves y progresivas.
A la cima de la mente aguda se puede llegar
por diversas vías, pero si se hace transitando
la vía abrupta, hay que ser consciente del
plus de peligrosidad que conlleva, y tomar
las precauciones oportunas.
Si no somos conscientes de esto, es muy
probable que nuestra inconsciencia nos
lleve a la TEMERIDAD y a cometer
errores de consecuencias funestas.
Cada uno tiene que encontrar la via
que se adapte a sus capacidades relativas,
y no querer ir por donde aún no esté
preparado para transitar, por muy
bonito que parezca el sendero,
atractivas las sensaciones y
majestuosas las vistas.
ATENCION
PELIGRO
del Montseny, sólo superada por el Turó del Home (1706m) y seguida
por Matagalls (1697m).
Pero tiene la peculiaridad de que se puede acceder a ella por muchas
vías, y una de ellas, els Castellets, que es la que he utilizado hoy,
es una vía abrupta que requiere TREPAR, es decir, ayudarse
de las manos, ya que tiene una gran verticalidad.
Cuando he llegado arriba, he visto que había unos escaladores
que estaban abriendo una vía, haciendo agujeros con un taladro
y clavando unos tornillos que sirven como anclaje para las cuerdas.
He bajado hasta donde estaban, y los he observado un rato,
y me han dicho que en realidad estaban reabriendo la vía,
ya que algun ladrón con dotes de escalada se había llevado
todos los tornillos y anclajes que ellos habían puesto cuando
abrieron la vía: manda huevos. Incluso a estas ALTURAS
encontramos chorizos.
Trepar es un paso intermedio entre el andar y la
escalada: no requiere el uso de cuerdas pero
hay que utilizar las manos para agarrarse a
los salientes de las rocas, subiendo de forma
abrupta y relativamente vertical.
El trepar supone un riesgo de caida mucho
más elevado que el de andar por un sendero
más suave, y menor que en la escalada,
pero al no ir encordado el peligro de accidente
es mayor.
Cuando llueve no hay ningun problema en seguir
andando por el sendero suave, pero trepar lloviendo
sería una temeridad, ya que el riesgo de resbalar
sería muy elevado.
En este tipo de vías abruptas cada año suelen haber
varios accidentes graves y muertes, por lo que
hay que ser muy consciente de que los ERRORES
se pagan muy caros, a diferencia de los senderos
más suaves, donde un error no se suele saldar
con tan trágicas consecuencias.
Lo mismo sucede con vías como el Mahamudra,
que es una vía abrupta, como el Dzogchen o
el Zen, y en ellas el riesgo de DESCALABRO
mental es muy elevado, comparado con
otras vías más suaves y progresivas.
A la cima de la mente aguda se puede llegar
por diversas vías, pero si se hace transitando
la vía abrupta, hay que ser consciente del
plus de peligrosidad que conlleva, y tomar
las precauciones oportunas.
Si no somos conscientes de esto, es muy
probable que nuestra inconsciencia nos
lleve a la TEMERIDAD y a cometer
errores de consecuencias funestas.
Cada uno tiene que encontrar la via
que se adapte a sus capacidades relativas,
y no querer ir por donde aún no esté
preparado para transitar, por muy
bonito que parezca el sendero,
atractivas las sensaciones y
majestuosas las vistas.
ATENCION
PELIGRO