

en la lucha entre el bien y el mal.
Luego descubrí que solo hay mente:
mente despierta y mente confusa.
Empecé deseando destruir a mis enemigos,
y descubrí que mi peor enemigo era YO.
Ahora me dedico a destruir viejos hábitos,
que me han mantenido esclavo del sufrimiento.
Ahora ya no veo enemigos;
solo situaciones dependientemente originadas.
Aun quedan rastros de mis viejos actos,
pero su fuerza ya no me arrastra.
Aun sigue vivo el viejo samurai,
pero ya no es el amo y señor.
Sin capacidad de destruccion,
no puede haber verdadera compasion.
Phet
2 comentarios:
Exactitud,
característica en tu exposición.
Un abrazo.
Intento ser fiel a mis experiencias,
y transmitirlas de forma concisa pero potente para aquellos que como tu, se encuentran en el fragor de la batalla.
Desenmascara tus malos habitos, y cortales la cabeza sin piedad. Para eso es necesario que puedas mantenerte en calma mientras caen rayos y retumban los truenos del karma. De ahí la necesidad del shine en esta etapa.
Busca la espada de la concentracion y podras ir mas allá del valle de al confusion.
Namaste
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