Hoy he aprovechado la tarde de fiesta para ir hasta Collbató
y tomar vistas de la ferrata que voy a hacer mañana en solitario.
La semana pasada hice la de Centellas sólo y ahora ya me siento
preparado para cambiar de aires con confianza.
Montserrat es una montaña mágica, paraíso de escaladores
y ferratistas, y mañana voy a subir por la Canal de las Damas,
una ferrata no muy larga pero intensa.
Esa tensión del día antes de ir a la montaña te despierta,
y el hecho de ir solo la hace mas intensa, a pesar de que
muy probablemente encontraré a mas gente y
compartiré tramos con ellos.
Hace casi dos meses que hice la ferrata de Centellas
parcialmente, sin pasar por los tramos complicados
del puente y el esperó. Luego la hice completa con
otros tres compañeros después del cursillo de crestas,
y me gradué la semana pasada cuando la hice en
solitario.
La Canal de las Damas la conozco solamente a través
de internet y hoy que he ido hasta el inicio para
familiarizarme con la montaña y la canal en concreto,
para que cuando mañana llegue ya no sea un desconocido.
Es un ritual que intento cumplir siempre:
ir al lugar de partida de la ruta, sea un
tres mil o una ferrata, para establecer
un primer contacto y al dia siguiente
no tener que estar buscando el inicio
de la ruta: me da confianza.
Antes de cruzar el puente nepalí de la
ferrata de centellas también surgieron
algunos temores. Hoy me pasa igual.
A ver qué aprendo mañana
y qué sorpresas me depara la montaña mágica.