El demonio de la inspiración toma de nuevo
la mente, y la llena con palabras que fluyen
como notas musicales, siguiendo el ritmo
de las canciones que suenan provenientes
del minúsculo iPod, verdadera caja mágica
reproductora de sonidos nítidos y claros,
saltando aleatoriamente y transportando
la mente a diversos paisajes evocadores
de sensaciones múltiples.
Curiosamente, este pequeño aparato que
causalmente ha venido a parar a mis orejas,
no es más que el reflejo de la facultad de
la mente de reproducir infinidad de canciones,
de ritmos diversos y evocadoras de emociones
que abarcan todo el espectro, desde la
alegria hasta la melancolía pasando por
la manía que desemboca en la tristeza.
Porque los buenos músicos no son mas
que eso: evocadores de estados emocionales.
Desde las delicadas sinfonías de los compositores
de música clásica, que evocan los aspectos más
sutiles del espectro emocional, hasta los rudos
sacerdotes heavy metal que despiertan los más
bajos instintos.
Y lo más sorprendente de todo, es que sólo
somos capaces de degustar aquello que
en realidad forma parte de la vasta mente,
de nuestra propia mente, creadora de
todos los sonidos, desde el ruido más
ensordecedor hasta la más deliciosa armonía.
Es verdad que vivimos en un espacio compartido
con otros seres, creadores de vibraciones más
o menos armónicas, y que nos pueden afectar
más o menos, dependiendo de nuestra capacidad
de mantener el equilibrio. Los seres con mentes
desarrolladas permanecen serenos y calmados
incluso en el fragor de la batalla o inmersos en la tempestad
más virulenta. De alguna manera, su iPod interno
tiene más fuerza que los grandes altavoces externos
del Deseo, el Odio y la Ignorancia. Este milagro
es causado por el DESAPEGO, verdadero
generador de EQUILIBRIO y PAZ.
No es fácil encontrar el punto MEDIO entre el
AISLAMIENTO de la absorción completa
en nuestro mundo interno y la CAIDA en
el fango de la ilusion externa, pero ahí
reside el secreto, justo en el CAMINO MEDIO,
ese punto donde la diferencia entre
exteno e interno se desvanece,
donde samsara y nirvana
tienen un mismo sabor,
el sabor del
AHORA.
Si encontramos la ARMONIA,
y nos establecemos en ella,
los pequeños o grandes ruidos
externos no seran más que
adornos que aportaran
intensidad y belleza
a la sinfonía de nuestra
vida, verdadero tesoro
que a veces no valoramos
en su justa medida debido
nuestra incapacidad de
desapegarnos de las
circunstancias externas
generadas por nuestro
PROPIO karma, y que no
son más que una oportunidad
para crecer en SABIDURIA,
COMPASION y BELLEZA.
Lo que a simple vista parecen
obstáculos desequilibrantes,
cuando se ven a la luz de
una VISION SUPERIOR,
se muestran como
lo que en realidad son:
oportunidades de crecimiento.
El EGO selecciona el tipo de
música al son de la cual vamos
a bailar, hasta que descubrimos
que otro tipo de seleccion es posible.
Del apego del EGO pasamos al DES-APEGO,
y entonces la lista de las canciones
que aleatoriamente van a sonar
pasa a ser otra. De forma paulatina,
la ARMONIA se va haciendo dueña
de la mente, y con ello nuestros
pensamientos, sentimientos y
acciones generan EQUILIBRIO
a nuestro alrededor.
Siempre quedarán ramalazos de
heavy metal ruidoso, pero poco
a poco la luz de la
SABIDURIA-COMPASION
los transmutará
en rock and roll.
Que suene la música
de las esferas.